Buscar dentro y fuera de este Blog.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Beso intercalado.

carnosos superpuestos, intercalan.
carnosos intercalados, superponen.
El dialogo de musculos es humeda danza
donde la glosa se avalanza y se interpone.

jueves, 10 de diciembre de 2009

El beso aburrido.
La caricia, tosca.
Un Tiempo lento. Y yo jurando (Como juro siempre)
Que te me escapas.

Son momentos del desatino:

Construcciones del error.

Parabolas de la casualidad.

Ecuaciones de un Dios ataxico.

Un perepeto mistico del kaos. (INMERSIDAD)
que tanto es mio
como es tuyo.

Lo catapulta el alma: y lo ataja, con malas manos la razon.

Nocturno




Por: David Domínguez Michelangeli

Los espectros de la noche
sabrás muy bien que no pudieron
opacar el destello de tus ojos
que queriendo- o sin querer-
deslumbraron los míos
Al filo de tu boca
quedé, sin saberlo, menguando
Alguna otra noche,
estoy seguro,
será de nosotros un nuevo escenario

En la fría humedad
que teñía esta penumbra
vi la tristeza inmortal
de tu mirada en los rescoldos
de una vieja ciudad
Por eso tu cabello encendido
es lumbre de la inspiración
¡y cuánto hijo de la tierra
así sea en tu silueta
no quisiera en el infierno su azar!

Y en las paredes somnolientas
de nuestro templo y su viejo portal
moran las últimas notas
de un embriagado Chopin
dispuesto a sacrificar sus noches
Pues las condena de los amantes
se atisba en el reflejo
de sus cristales inmanentes
tan ebrios de ternura
que habitan los más lejanos posibles

Dime luna de hoy
que alumbras con porfía
mi siniestro cuarto menguante
¿Dónde habitan las notas embriagadas
cuando ahora mi amigo del piano no está?
¿Dónde quedaron sus arpegios furibundos;
la tenaza irascible de su ímpetu?
¿Acaso su existencia es,
así como todo lo perecedero,
un mero amuleto de la memoria?

Y ahora esa mujer
serpenteando en la penumbra
danza en los juegos del caos
que descienden del parnaso
para convidarme a sus lúdicas pretensiones
Desapareció ¡Oh, Divina providencia!
para enredar la lengua de este humilde juglar
y no se han visto atardeceres más hermosos
¡Y sabrá la Naturaleza semejante afirmación!
desde que noche aquella diluyose en el firmamento